martes, 3 de abril de 2012

Our secret.

No era ni el momento ni el lugar exacto y eso se vio reflejado en sus ojos, esa sorpresa en su rostro, y seguramente en el mío también. Bajé rápidamente la mirada al mismo tiempo que él lo hacía, quería mostrar indiferencia. En ese momento mis pensamientos se desvanecieron, no sabía a donde iba ni con quien había quedado, todo se había esfumado, intenté no levantar la mirada pero lo hice, volví a mirarle y él se me había adelantado. Sabéis, fueron unos segundos y no le he vuelto a ver desde entonces, pero esa mirada de sorpresa, de saber que me había reconocido fue suficiente para sentirme realmente feliz. Y simplemente me conformo con eso, no pido más que otra mirada como la de aquel día. Soy de esas personas que se conforman con pequeños detalles que esconden una gran historia tras ellos y que solo las personas que los llegan a observar la conocen. Es como un pequeño secreto, nuestro secreto.


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