Mi sufrimiento quiere salir...

¿Has querido alguna vez a alguien que te hace daño? ¿has intentado dejar de quererla y no poder? ¿llegar a odiarte por hacerlo? Muchas veces me hago esas preguntas y acabo saturándome...
Hoy me a vuelto a pasar, si hace tiempo no pude contener las lágrimas hablando por teléfono hoy casi lo hago delante de mucha gente, hay algo -de lo que no me siento orgullosa- que se me da muy bien y es aparentar estar bien, no me cuesta sonreír cuando lo que quiero hacer es llorar, como cuando era una niña, llorar y llorar hasta que no me queden más lágrimas... 
No me gusta contar mis problemas porque son muchos y las personas ya tienen suficientes preocupaciones en sus vidas como para cargar con los mías también. Generalmente suelo estar bien, pero cuando tocan en esa fibra, cuando escogen esas palabras que mis oídos no quieren escuchar es cuando debo activar ese muro de defensa y sonreír.
Hoy he sentido como me ponía roja, los ojos se inundaban y no podía hacer nada para evitarlo, hace cinco minutos estaba bien, ¿qué excusa podía poner?, es la pregunta que no dejaba de pasar de un lado a otro por mi cabeza. Gracias al destino hoy me he librado...¿tan grandes son mis problemas que ya no puedo esconderlos?
Sé que es difícil seguir el ritmo de este blog, tres entradas en las que os hablo de lo feliz que soy y apenas una semana después una donde me desahogo un poco. Pero no quiero aburriros si ya estás leyendo esto te felicito, y te doy las gracias. Seguramente si me lees a menudo y consigues enlazar todas las historias no te costará entender para quien va esta imagen.
Y a esa persona quiero decirle que le quiero, me odio por hacerlo, pero no puedo evitarlo.