jueves, 1 de diciembre de 2011

Hugs

Un rollo de papel gasté ayer enterito yo solita, entre mi constipado (asqueroso!!) y que me tiré una horita llorando... Pero me sentó tan bien, yo soy de las que le da igual que la gente me vea llorar, no creo que sea nada malo, al contrario creo que dejarse verse llorar muestra la persona que somos en realidad, dice mucho de nosotros. Exceptuando a mi familia, intento evitar que mi familia no me vea llorar, por eso ayer a la hora de la ducha, fue mirarme al espejo y comenzar a llorar como  nunca, lo mas gracioso en parte es que no tenía ningún motivo para llorar, el instituto me va bien, tengo los mejores amigos que se pueden tener y una familia maravillosa. Pero son esos momentos en los que te apetece llorar sin saber porque, son esos momentos cuando sacamos los problemas más profundos, los que no podemos contar. 
Pero esa no era la ocasión, lo único que me apetecía en ese momento era una abrazo de mi madre, no era otra cosa, solo necesitaba un abrazo, parece algo tonto, pero cuando me abraza me siento más segura, como si nada pudiese pasarme, me siento más fuerte, con más valor, parece una tontería, pero es la verdad, es una de las pequeñas cosas, gestos que más me reconfortan.
Estuve cinco minutos sentada esperando a que mis ojos volviesen a su blanco habitual, ya que los tenía rojos e hinchados, al ver que no se pasaba me fui corriendo a mi cuarto para que no me viesen.
Una parte de mi deseaba que mi madre entrase, me viese los ojos llorosos, para que me preguntase que que me pasaba, pero por otra parte no quería, ya que sé que se preocuparía la verme así y decirle que no me pasaba nada, no se lo creería. 
Seguramente os preguntéis que por qué no le pedía que me diese un abrazo y ya está, bien pues porque tan solo ha habido dos ocasiones en la que me haya abrazado de esa forma, como os dije antes, fueron dos ocasiones en el que con un abrazo no se solucionaría nada, pero que tanto a mi madre como a mí nos dio la fuerza necesaria para seguir a delante.
Es bueno hablar, desahogarte con tus amigos, pero a veces nos hace falta algo que ellos no nos pueden dar, yo encontré ese algo en los abrazos de mi madre, y llorar tampoco es malo, de hecho hoy lo veo todo mucho mejor, ayer todo era pesimismo, días tontos míos, así que no creo que llore hasta dentro de unos meses, que hay crisis y no se puede gastar tanto papel jijijiji.
Y eso es todo, ya me he desahogado otro ratito escribiendo, gracias por leerme ;)



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